De un municipio de 25 habitantes al mundo

Mes: noviembre 2016

Contra la violencia de género: educación

Carmen le plantó cara. Isabel también dio el paso. Raquel le dijo adiós al miedo. Y Daniela decidió que no aguantaba más. Son testimonios positivos, mujeres que han ganado la batalla a la violencia de género. No se consideran víctimas sino supervivientes y sobre todo, un activo para alcanzar la tan ansiada igualdad. ¿Su fórmula? Educar en gestos pequeños y cotidianos. Hoy se celebra el Día Internacional de la Eliminación de Violencia contra la Mujer.

Flickr: Anna Pallarès | CC BY-NC-ND 2.0

“Es muy gratificante ver cómo damos vida a las mujeres, porque cuando llegan, lo hacen por los suelos”. Son palabras de Carmen Vidoera, de la Fundación Ana Bella. Ella sabe bien lo que es la violencia de género, la sufrió en sus propias carnes durante unos años que le parecieron siglos. Hoy, esta lacra que se ha cobrado la vida de 866 mujeres en los últimos 13 años en España, ya forma parte de su pasado. “A la larga todas lo superamos. Aunque es algo que siempre va contigo, te haces fuerte”, dice esta andaluza que se separó con 49 años después de 30 de matrimonio. Cuenta también que su marido nunca le dejó que trabajara para frenar su independencia y que lo suyo fueron malos tratos psicológicos: «Fui yo la que decidí que no aguantaba más porque ya no veía otra salida que la muerte”.

Actualmente, Carmen es secretaria de la Fundación Ana Bella y ayuda a que otras mujeres superen la violencia de género como ella misma fue capaz de conseguirlo, con un testimonio positivo. “No puedes llorar toda la vida por lo que te ha pasado. Hay que mirar la parte positiva, ahora nosotras tenemos una capacidad especial para el lenguaje no verbal”, dice con voz firme al otro lado del teléfono. “Tu vida es tuya y puedes hacer lo que tú quieras. La vida es muy bonita viviéndola como tú la quieres vivir y no como te impongan”.

“Muchos hombres siguen creyéndose que son la última palabra a la hora de imponer una orden”, sostiene Miguel Lorente

La suya es una fundación que trata de empoderar a mujeres supervivientes de violencia machista para que actúen como agentes de cambio social hacia la igualdad. En sus ocho años de existencia, han atendido a un número incalculable de mujeres. Por teléfono, personalmente o por correo electrónico. “Ven que tú también lo has pasado y estás luchando, eso las anima muchísimo. Tenemos empatía, tratamos de escucharlas y si no tenemos tiempo, hacemos por tenerlo porque cuando esa mujer viene es porque en ese momento necesita que la escuchen”, cuentan desde la Fundación.

No entiende de excepciones

La violencia de género no hace distinciones. Nada tiene que ver con pobreza o riqueza. En su manifestación de violencia económica o psicológica se da en toda clase social y sector. Se ejerce porque algún hombre no quiere que su mujer decida dirigir por sí misma su propia vida. Es una cuestión de posesión. Las cifras son escalofriantes. El número de denuncias en el último lustro rondó las 600.000. Sin embargo, de cada diez mujeres que mueren a manos de su pareja, siete u ocho no habían denunciado. “Quizá por presiones, por dependencia económica o emocional, por miedo, por no confiar en la administración de justicia…”, según la presidenta del Observatorio contra la Violencia del Consejo General del Poder Judicial, Inmaculada Montalbán.

“Existe una bolsa oculta de maltrato que no acaba de emerger. Los agresores juegan con el factor sorpresa, y eso no se puede evitar”, añade Montalbán en referencia a la Ley Integral contra la Violencia de Género. Y es que seis años después (estas líneas se escribieron en el verano de 2012), persisten fallos en la protección de quienes sí dieron el paso, pero vieron cómo sus agresores quebrantaron el alejamiento sin el consentimiento de la víctima. Sin embargo, Montalbán no duda en aportar un rayo de luz y esperanza. “Vamos por el buen camino. Nada tiene que ver el escenario actual en la lucha contra la violencia de género y en avance de derechos de la mujer con lo que había en la década de los 80”. Un mérito que, en palabras de la portavoz del CGPJ, pertenece a la sociedad española y a los medios de comunicación por dar voz e imagen a las víctimas y situarlo en la agenda como problema público.

«La vida es muy bonita viviéndola como tú la quieres vivir y no como te impongan», dice una superviviente

Lo fundamental, según los expertos, es intervenir en la fase de prevención. Desde muchos ámbitos, y evidentemente también desde la educación. Puede que no sea la solución a todos los males pero sí una poderosa arma a disposición de las personas. Pese a haber contribuido a generar desigualdades de género unida a la tradición y cultura, es también el medio para llegar a una igualdad más que deseada, necesaria. Una educación basada en las cosas pequeñas y cotidianas, en no reírse, por ejemplo, de chistes machistas. “Se empieza con la educación de los niños desde pequeños y después se logra el compromiso de los jóvenes”, apuntó Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres.

“Estar acostumbrados a la violencia pasa factura. Cuando un niño pequeño pega a una niña, normalmente, la respuesta que encuentran es que a las niñas no se las pega. No, a las niñas no se las pega, ni a los niños tampoco”, expone Mónica Núñez, educadora social de Mensajeros de la Paz. Así, continúa: “Cuando son dos niños los que se pegan de pequeños o se insultan, muchas veces son jaleados e incluso sus familiares lo toman como un juego y se ríen; pero cuando esos niños llegan a la adolescencia o a ser adultos y continúan pegándose, ya nadie se lo toma a risa, empiezan los problemas”.

¿Dónde están los machistas?

“En la clandestinidad, disfrazados, mimetizados con el ambiente. Pero por todas partes”, sintetiza Enrique Gil Calvo, sociólogo y autor del libro El nuevo sexo débil. Lo que sucede, sostiene, es que el machista posmoderno es impecable en sus formas. Usa guantes y no deja huellas. Practica un machismo condescendiente. “Muchos hombres siguen creyéndose que son la última palabra a la hora de imponer una orden”, sostiene Miguel Lorente Acosta, médico forense y profesor de la Universidad de Granada. “Hemos cambiado pero no lo hemos hecho en lo esencial. Tenemos que ser más críticos y más profundos en los cambios”, asiente el que fuera delegado de gobierno para la Violencia de Género.

Defiende que los maltratadores deben saber que no hay impunidad, que los malos tratos no se toleran y señala como prioritario trabajar con ellos para evitar que reproduzcan situaciones similares con la misma u otra pareja.

¿Cómo potenciar una educación igualitaria?

Es la pregunta del millón y propuestas no le faltan. Es un trabajo en equipo, de todos y todas para todos y todas. Abarca a centros escolares, núcleos familiares, medios de comunicación, política, sociedad… Es como el aire que respiramos, está presente en todos los ámbitos. Las proposiciones van desde el cuestionamiento de ciertas conductas que aún permanecen en el aula hasta nuevas asignaturas.

«Hemos cambiado pero no lo hemos hecho en lo esencial. Tenemos que ser más críticos y más profundos en los cambios”, dice Lorente

“Veo necesario que se empiece a impartir una asignatura de Educación Igualitaria que además debería ser obligatoria. Puedes enseñar a analizar una frase o aprender miles de teoremas, pero no tener ni idea de saber tratar a las personas, y lo que es peor, considerarles como inferiores y encima verlo normal”, apuntala Núñez, educadora y especialista en temas de igualdad social. “No tiene sentido que se premie y califique la inteligencia de una persona y no estar formándola como tal, nadie se esfuerza por enseñar a ser persona”, sostiene al tiempo que añade que se debería potenciar esta asignatura como principio base de cualquier programa educativo.

De potenciar una educación igualitaria, también sabe mucho el Instituto de la Mujer que publica guías de sensibilización e igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Otra opción destacable son las guías de lenguaje no sexista desarrolladas por Universidades. “Sé que a muchas personas les parece estúpido distinguir entre masculino y femenino, pero yo le doy mucha importancia a saber utilizar un lenguaje no sexista y seguiré utilizándolo porque me identifico con ello”, afirma Mónica Núñez, quien recomienda a Nunila y su libro Cuentos para antes de despertar.

Educación también en lo digital

La violencia contra las mujeres se encuentra en todas las esferas de nuestra sociedad, y lo digital no es una excepción. Fórmulas como el menosprecio o el abuso se intensifican por el factor del anonimato en las redes sociales, algo que puede dejar a los maltratadores en la impunidad. “Ellos van de duros y ellas, a veces por tratar de ponerse a su nivel, por no saber decir no o porque desean agradar, entran en relaciones dañinas de las que no saben salir”, declara Rocío Carmona Horta, psicóloga especializada en género.

“Veo necesario que se empiece a impartir una asignatura de Educación Igualitaria que además debería ser obligatoria»

Carmona también ve la educación como el mejor antídoto contra la violencia de género. “La buena educación ayuda a prevenir todo tipo de inconvenientes y delitos. Las redes sociales son herramientas fantásticas, siempre y cuando se usen adecuadamente. Las alternativas no pasan por prohibir ni meter miedo, sino en educar”, concluye la psicóloga.

Más ejemplos positivos

Junto con España, mencionada como ejemplo a seguir por el Parlamento Europeo en su último informe, cabe destacar otros dos casos más: Nepal y Guatemala. El Fondo Fiduciario de la ONU para poner fin a la violencia contra las mujeres, administrado por ONU Mujeres, es la principal fuente en cuanto a subsidios para aplicar estrategias innovadoras. En Guatemala, un beneficiario del Fondo puso en marcha un proyecto de formación para niñas indígenas, que abogó por la erradicación de la violencia en sus comunidades.

Otro ejemplo es el de Nepal, donde un beneficiario trabajó con hombres para que reconsiderasen sus nociones de masculinidad y aprendiesen técnicas de comunicación con sus parejas. La campaña “El marido más comprensivo”, emitida por la radio nacional, hizo que se quintuplicase la cantidad de hombres en apoyar la lucha contra la violencia machista.

Al margen de convenios, fondos de la ONU y proyectos de ley, la lucha contra la violencia de género pasa fundamentalmente por un cambio de mentalidad, por los detalles del día a día, por un nuevo rumbo, por emplear el filo óptimo, por enseñar a ser personas, por no mirar hacia atrás y en esto, no hay antídoto con más eficacia: la educación. Que la desigualdad sólo sea biológica y no en derechos y deberes.


Para más información: @leticianunz o [email protected]

Cómo malvivir 11 años junto a una finca de vacas ilegal

Un matrimonio de un pueblo de Segovia denuncia que la explotación ganadera colindante a su casa no cumple ninguna norma urbanística, ni de trato animal, ni de salubridad y que tanto ayuntamiento como Junta de Castilla y León se lavan las manos: «Es una condena que nos ha caído».

Imagen de la finca ganadera colindante a la casa de José Romera

Imagen de la finca ganadera colindante a la casa de José Romera

Cuando José y su mujer decidieron mudarse a la pequeña localidad segoviana de Riaguas de San Bartolomé, que apenas supera los 12 habitantes en invierno, no imaginaban la que se les vendría encima. Once años después, la ilusión de vivir en el entorno rural ha dado paso a la desesperación. La culpa la tiene una finca ganadera colindante a su casa. Ya se percataron de ello antes de comprar su chalet. Sin embargo, tras hacer las averiguaciones oportunas en el Ayuntamiento y la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, les confirmaron que la instalación era ilegal.

Frente a ellos vivía entonces el primer teniente de alcalde, quien también les ratificó la ilegalidad de la finca y estimó en una semana el tiempo que les quedaba allí. La explotación no cumplía ninguna norma urbanística, ni de trato animal, ni de salubridad o acumulación de residuos. Aquel plazo de una semana, sin embargo, se ha hecho eterno. Lo único cierto es que han pasado los años y ellos continúan viviendo pared con pared con las vacas. Además de no poder abrir las ventanas en verano por la acumulación de insectos, no tienen más remedio que pisar una mezcla de heces, sangre y barro para entrar en su propia casa.

En este periodo de tiempo han acumulado informes de las autoridades sanitarias certificando la insalubridad de vivir allí y alertando de los riesgos de filtraciones de agua y enfermedades por distintos vectores. El ayuntamiento, por su parte, que hasta hace apenas cinco años obvió su responsabilidad a la hora de otorgar licencias, vigilar actividades, asegurar el bienestar animal y la salubridad del área urbana, emitió un informe contrario a la ubicación de la citada explotación de vacas. Sin embargo, «no ha hecho nada más en pos de restituir la situación y nosotros seguimos viviendo en una situación de grave insalubridad«, lamenta el afectado, José Romera.

«El ayuntamiento no ha querido recurrir a la Diputación o a la Guardia Civil por miedo a los dueños de la finca», asegura Romera

Asimismo, el Procurador del Común ha emitido varias sentencias a su favor que «han sido desoídas». Romera asegura que la Consejería de Agricultura y Ganadería, responsable en materia de trato animal y garante de las buenas condiciones de las instalaciones ganaderas «también ha obviado su responsabilidad». Este periódico se ha puesto en contacto con dicha administración y una semana después aún no ha recibido ninguna respuesta. La Consejería de Medio Ambiente, emisora del informe de insalubridad, tampoco escapa a sus críticas. «Todos se lavan las manos permitiendo la situación», se queja tras recalcar que les han «robado» once años de una casa «que no hemos podido disfrutar».

«Al borde de la desesperación»

Ahora, el matrimonio ha decidido que no tiene miedo. «Peor no podemos estar», agrega Romera. Por ello, han dado un plazo de un mes a Ayuntamiento, Diputación y a las Consejerías de Agricultura y Medio Ambiente para subsanar una situación que, según dicen, les mantiene «al borde de la desesperación».

En caso de que todo siga como hasta ahora, el siguiente paso será denunciarles. «Yo no les hubiera dado ni cuarto de hora pero los abogados dicen que debe ser así. Tendrían que haber impulsado el cierre de la instalación porque ellos tenían constancia de que allí no se podía vivir», explica el afectado. Y remata: «Es terrible. Estamos donde queremos. Hacemos 200 kilómetros diarios para ir a trabajar y cuando llegamos a casa lo que queremos es descansar y disfrutar, no hemos venido a fastidiar a nadie, pero las administraciones varias no hacen su trabajo y están impidiendo que vivamos con dignidad. No se puede vivir así».

«El ayuntamiento tiene miedo»

Preguntado por los motivos que se esconden tras la indiferencia de las administraciones, Romera lo tiene claro: «Somos un pueblo muy pequeño, la gente se conoce desde hace mucho. El ayuntamiento no ha querido recurrir a otros medios como la Diputación o llamar a la Guardia Civil por miedo, miedo a la reacción de estos señores [los dueños de la finca de vacas]». Casi a renglón seguido insiste en que ellos tras muchos años de no saber qué hacer han decidido que no tienen miedo y comenta que entre sus amigos el chiste es que su situación derive en un nuevo Puerto Hurraco. «Todo el mundo espera cualquier tipo de reacción cuanto menos violenta de los propietarios de la instalación. El ayuntamiento nunca se ha atrevido a sacar de ahí a una gente cuya actividad es ilegal», completa.

«Si no se resuelve nuestro caso, vamos a hacer que a la gente le dé vergüenza», dice el afectado

En este sentido, Romera añade que uno de los hermanos propietarios de la finca le reconoció sin tapujos que el problema no era con ellos sino con el pueblo porque «se les había fastidiado muchas veces». «Esto me lo dijo con la más absoluta tranquilidad», añade. Recuerda además que poco después de llegar a Riaguas de San Bartolomé la gente hablaba de algún enfrentamiento que habían tenido con ellos y que alguno le había seguido «dándole palazos encima del coche». «El problema es que el miedo del ayuntamiento lo estamos pagando nosotros. Si tienes miedo para qué te metes de alcalde, nadie te obliga», se queja Romera.

A sabiendas de que no tenían licencia, aseguran que las vacas están «con las heces hasta la barriga y que los animales que nacen caen sobre mierda nada más nacer», el matrimonio decidió por las buenas dar un periodo de tres meses a los propietarios. «Se supone que llos buscarían una nave para instalarse en otro sitio y a nosotros nos pareció bien. Pasado ese tiempo, no se fueron y el ayuntamiento tampoco les obligó. Ha sido un cúmulo de despropósitos«.

«Es una condena que nos ha caído»

Visto lo visto, dicen que se han planteado que si no se resuelve su caso, «vamos a hacer que a la gente le dé vergüenza». Señalan que aparte de no poder abrir las ventanas en verano, tampoco pueden salir a su jardín a cenar. «Hay cientos de moscas y mosquitos, por no hablar de las picaduras que sufrimos…». Otros días, dice Romera, las vacas se saltan y están por su puerta. Después de cosechar, se les ha llegado a acumular una pila de paja de ocho metros en su puerta trasera e incluso se les pinchó una de las ruedas del coche con una de las agujas que utilizan para vacunar a las vacas. «Nadie se hizo responsable», apunta.

Si la situación no mejora, se plantean incluso abandonar su casa. «Si no hay más remedio, claro». «Es nuestra primera casa, conseguida con mucho esfuerzo, y de repente, descubres que no puedes salir ni a la calle. El problema que tenemos ahora es que compramos la casa en un momento en el que las cosas valían lo que valían y que como todos los pringados que se hipotecan a 30 años, ahora tenemos una deuda con el banco y es muy difícil que podamos irnos a otros sitio», dice afligido. «Claro que nos lo planteamos pero, ¿cómo lo haces? Es una condena que nos ha caído», concluye.

17 días después de publicar este reportaje en marzo, recibí esta respuesta: «Ya no hay vacas. Gracias por la enorme función de servicio público que desarrolláis la prensa con vuestra presión».


[email protected]

@leticianunz

El Sáhara Occidental, sin solución 41 años después

Hoy se cumplen 41 años de la espantada española del Sáhara Occidental. Más de cuatro décadas sin encontrar un remedio, sin celebrar el referéndum que permita al pueblo saharaui ejercer su derecho a la libre determinación y, por ende, 41 años de inestabilidad que afecta a todo el Magreb.

Fachada de una jaima en la que se puede leer "la esperanza vence al miedo" en los campamentos de refugiados saharauis

Fachada de una jaima en la que se puede leer «la esperanza vence al miedo» en los campamentos de refugiados saharauis

Desde que en noviembre de 1975, el régimen moribundo de Franco cediera la administración del territorio del Sáhara Occidental a Marruecos y a Mauritania y se comprometiera a organizar un referéndum que respetara el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, ya han pasado 41 años. Y ni ha habido referéndum, ni tampoco se ha respetado el derecho del pueblo saharaui a elegir su destino. Es más, su situación ha empeorado sobre todo a nivel de derechos humanos y la historia ya apenas interesa a nadie. Es algo marginal.

Se trata, además, de uno de los pocos procesos pendientes de descolonización, y constituye, por ello, un ejemplo de pizarra de lo que es, o mejor dicho, debería ser, el ejercicio del derecho a la libre determinación. Los que aún tienen dudas o traten incluso de escurrir el bulto deben saber que no hay vuelta de hoja: España tiene una considerable responsabilidad en la tragedia de los saharauis.

Nuestro país tiene la obligación jurídica de promover el ejercicio del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui, pues es, de iure la potencia administradora del territorio. Como ya señalara la Asamblea General de Naciones Unidas, un Estado no pierde la condición de potencia administradora, ni queda liberado del cumplimiento de las obligaciones que se derivan de ella, por el simple hecho de afirmarlo. Un argumento ya clásico es que Madrid mantiene una posición de ‘neutralidad activa’ ante el conflicto. Pero la neutralidad en Derecho no existe: quien no apoya su cumplimiento, «está apoyando su violación».

Mis conclusiones sobre el Sáhara

Hace cuatro años escribí mi tesina sobre el Sáhara Occidental, en el marco del Máster en Relaciones Internacionales que estudié en la Universidad Complutense, y hoy, con motivo de tan aciago aniversario, os dejo las conclusiones que obtuve entonces y que por desgracia siguen siendo válidas:

Desde el inicio del conflicto en 1975, la situación en el Sáhara Occidental no ha variado significativamente. Si bien el proceso de paz iniciado en 1988 estableció un alto el fuego permanente que se ha mantenido sin graves alteraciones desde entonces, la realidad de una ocupación ilegal se ha ido consolidando a lo largo del tiempo. Hoy las perspectivas de solución siguen siendo mínimas: la única luz al final del túnel es que España asuma sus responsabilidades como potencia administradora.

Sin embargo, tras más de 300 días con un gobierno en funciones no parece que sea el momento adecuado para desviar la atención hacia otros asuntos y mucho menos hacia algo olvidado y enquistado como es el conflicto del Sáhara Occidental. Por tanto, las perspectivas para llegar a una salida son prácticamente nulas.

En lugar de cumplir con sus responsabilidades como potencia administradora, España opta de forma indiscutible por utilizar la cuestión saharaui, de alta carga política en nuestro país, para hacer oposición e intentar desgastar al Gobierno. La defensa del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui es un caso de política de principios, popular ante la opinión pública y un elemento clave para hacer campaña, pero complicada de llevar a cabo en la práctica diplomática del día a día.

“La descolonización del Sáhara Occidental culminará cuando la opinión de la población saharaui se haya expresado válidamente”

Es difícil imaginar que el Partido Popular mantenga actualmente una postura muy combativa en la cuestión saharaui. Simplemente recurrirá a la doctrina internacional que pocos o nulos resultados ha aportado hasta el momento, tal y como se ha venido haciendo en los últimos 41 años. Los partidos siguen apelando al respeto y apoyo absoluto a las acciones y decisiones de Naciones Unidas como justificación última de su postura.

-Cambio de actitud-

Algo que es condición necesaria pero no suficiente. Naciones Unidas debería reconocer que por sí misma, o al menos con los mecanismos dispuestos hasta ahora, no es capaz de encontrar una solución. Dado que el conflicto no se puede perpetuar de manera indefinida, debería optar bien por dar un paso más allá y reforzar su doctrina o por invitar a Marruecos, el Frente Polisario y Argelia a negociar una resolución del conflicto sobre los principios que consideren necesarios para llegar a un acuerdo. Es intolerable que su papel se limite a aprobar resoluciones de forma anual olvidándose del asunto hasta el año siguiente. Si verdaderamente quiere desbloquear el conflicto, se necesita un cambio de actitud y mucha voluntad.

Es difícil imaginar que el Partido Popular mantenga actualmente una postura muy combativa en la cuestión saharaui.

Un deseo que tampoco demuestra la Unión Europea ya que tiende a resguardarse en el remedio de la ayuda humanitaria, permitiendo la supervivencia de los refugiados saharauis, pero apaciguando su conciencia y marginándolo entre las prioridades de la agenda internacional. La posición de la UE es tan falsa como miope. “Falsa porque, pese a pretender ser exquisitamente respetuosa con el Derecho Internacional, lo viola y contribuye a que su violación por el Estado ocupante se perpetúe en el tiempo, sacando además buen provecho de la situación. Y miope porque es evidente que en poco o en nada contribuye a solventar uno de los problemas más graves que sacuden el mundo en este lugar de desencuentro entre Europa y África, entre el mundo occidental y el musulmán”, tal y como apunta Juan Soroeta Liceras.

La actitud de la Unión Europea es especialmente grave y alarmante ya que lejos de contribuir a disminuir la tensión existente en una zona del Mediterráneo de un valor estratégico tan crucial, la alimenta peligrosamente atendiendo a intereses estrictamente económicos, prolongando de forma innecesaria el sufrimiento de un pueblo que arrastra casi cuatro décadas de ocupación militar y exilio.

-«Juguetes en manos de Argelia»-

Al final las expectativas de arreglo han alejado a los saharauis de su derecho a decidir sobre su propio destino. Marruecos no contempla otra solución que no sea su propuesta de 2007. Todo lo que ofrece es un plan lleno de agujeros negros que les otorga las principales competencias y que por encima de cualquier aspecto no da la posibilidad de elegir al pueblo saharaui otra cosa que no sea la autonomía. Rabat enterró tanto las opciones de independencia e integración y ahora sólo tiene ojos para la autonomía, el punto medio entre ambas alternativas, según Marruecos para unos saharauis que son juguetes en las palmas de Argelia y que ya no tienen la decisión en sus manos.

Rabat enterró tanto las opciones de independencia e integración y ahora sólo tiene ojos para la autonomía

El del Sáhara Occidental es uno de los conflictos más antiguos del mundo y uno de los más abandonados. Las cuatro décadas de bloqueo y los casi quince años previos de guerra convencional lo han convertido en uno de los denominados conflictos congelados con apariencia remota. “El Sáhara Occidental sigue siendo algo marginal a los ojos de la Comunidad Internacional pero tiene y seguirá teniendo un impacto negativo en el contexto subregional en el que se ubica. Por todo ello es importante considerarlo como una asignatura pendiente, que pone en entredicho el normal funcionamiento de la Comunidad Internacional junto con los sacrificios humanos y materiales que ha conllevado y que conlleva». Al margen de lo que debería ser y no es, no se puede obviar el altísimo precio que están pagando unos saharauis que tienen que soportar el exilio, el aislamiento y la pobreza.

-Sin referéndum no hay solución-

“La descolonización del Sáhara Occidental culminará cuando la opinión de la población saharaui se haya expresado válidamente”. Estas fueron las palabras que Jaime de Piniés, Embajador de España ante Naciones Unidas, pronunció el 26 de febrero de 1976 coincidiendo con la retirada española. Hoy esas palabras siguen siendo legítimas y es que una resolución del conflicto que no pase por el sufragio universal de los saharauis, y sólo de estos, no será nunca una solución definitiva, sino un mal remiendo.


Para más información: [email protected]

@leticianunz

Íñigo es la idea más brillante de toda España

El emprendedor malagueño, de 28 años, ha diseñado un traje que sirve de segunda piel para aquellas personas que, cómo él, sufren la enfermedad de “piel de mariposa”, un síndrome de fragilidad extrema de la epidermis.

Íñigo de Ibarrondo

Íñigo de Ibarrondo

Él sólo quería irse de viaje al Caribe con sus amigos. Y vaya sí lo consiguió. Era 2009, se encontraba en el ecuador de su carrera universitaria y la “enfermedad de piel de mariposa” no fue un obstáculo para que Íñigo de Ibarrondo cruzara el charco. Apenas unos meses antes de poner rumbo a Puntacana diseñó un traje con “unas medias para varices modificadas” que hace de segunda piel para quienes, como él, sufren epidermólisis bullosa. Desde entonces, no ha parado de trabajar para refinar un proyecto que ha bautizado como TXR, pero sobre todo, para conseguir que los afectados por esta enfermedad genética, y a día de hoy incurable, puedan desenvolverse con libertad, “sin tener que preocuparse por las heridas que te puedan salir si haces esto o lo otro”.

Tras mudarse a Madrid para sacar adelante su proyecto, este malagueño de familia bilbaína acaba de recibir el premio a la idea joven más brillante de España en el concurso anual que organiza El Ser Creativo y que patrocina Adecco, dotado con 10.000 euros. Sin embargo, Íñigo, ingeniero industrial, huye de la etiqueta brillante: «Ahí conmigo se han equivocado 100%». «Esto es algo que se me ocurrió porque me quería ir de fiesta al Caribe”, recuerda bromeando.

Dice que lo suyo no son el orden ni la constancia pero destaca que lo que sí le ha dado esta enfermedad, entre cuyas manifestaciones se encuentran el retraso del crecimiento o complicaciones oftalmológicas y cardíacas, es buscar soluciones en sitios diferentes. “Da pie a mucha creatividad. Soy alguien que me tomo las cosas con filosofía. Detrás hay un ejercicio de paciencia muy importante y útil para la vida diaria”, confiesa. Un “pelín” de creatividad adicional que ahora aplicará al diseño definitivo de esa segunda piel que le valió para irse de viaje pero no para el día a día.

«De la adversidad siempre hay que intentar sacar el máximo jugo a pesar de que lo que tienes que pasar es una putada»

Y es que en el primer diseño incorporó unos corchetes que acabaron dejándole “una bonita cicatriz” en el pecho: “Me hacían más mal que bien. Y eso pasaba con los dobleces en las articulaciones de codos, rodillas… Había que pulir un poco todo eso”. Ahora, su objetivo es que lo pueda usar no sólo cualquier  afectado por la también conocida como “enfermedad de piel de cristal”, sino también quienes hayan sufrido grandes quemaduras.

“Tras estudiar cómo tenía que hacer para que se puedan meter los pies sin tener que friccionar, que la articulación de la axila sujetara pero friccionara lo menos posible cuando se moviera… acabé condensando todo en esta segunda piel”, recuerda el joven de 28 años, que aún debe decidir qué material empleará. Por ahora, asegura que no le preocupa el coste total y señala que una vez se haya hecho realidad buscará inversión para hacer un producto comercialmente interesante.

«Te pone una losa encima»

Reconoce que una enfermedad así, que en la actualidad afecta a unas 1.000 personas en España, «te pone una losa encima en muchos aspectos de la vida». Así, enumera: «Si me quiero ir de viaje un fin de semana tengo que pensar si voy a poder curar mis heridas, necesito suplementos alimenticios…». Además, requiere ayuda con las curas de la piel, que suelen asociarse a dolor intenso al despegarse los apósitos y aplicarse los nuevos, según recuerda la asociación Debra, creada por sus padres.

El joven de 28 años ha ganado 10.000 euros que invertirá en un traje que permita a quienes sufren epidermólisis bullosa moverse libremente

Aunque vive solo en Madrid, explica que necesita una «infraestructura muy importante»: «Hay una persona que me ayuda a ducharme, a fregar y limpiar». Tampoco se olvida de la pesadilla burocrática a la que ha tenido que enfrentarse y, en este sentido, critica que todo el papeleo está ideado «para ver si te cansas y dejas de pedir». Asimismo, lamenta que hasta hace poco cuando volvía a su casa de Málaga en verano sus padres llegaban a gastarse 2.000 euros en material mientras que la sanidad madrileña sí se lo sufragaba.

Disgustos administrativos al margen, Íñigo aconseja al resto de jóvenes «sacar el máximo jugo de la adversidad» y tener paciencia. Él, aficionado de la pintura y el atletismo, cuenta desde este momento un nuevo hobby: «Ponerme a trabajar como un loco».


@leticianunz

Funciona con WordPress & Tema de Anders Norén