Escocia demuestra que con medios, compromiso y trabajo la despoblación SÍ se puede revertir. Su red de banda ancha es una de las grandes fortalezas de la región. Entre otras cosas, la conexión a internet facilita el acceso a la universidad sin necesidad de trasladarse a las grandes urbes. ¡Ah! También invierten en ocio y cultura en las zonas rurales.
¿Por qué el trabajo que realizan en las Highlands escocesas es una buena práctica para combatir la despoblación del medio rural? Aquí las razones:
El epicentro del éxito cosechado en las Tierras Altas, con una densidad de población de 7,76 habitantes por kilómetro cuadrado, es Highlands and Islands Enterprise (HIE), la agencia de desarrollo económico y comunitario que el Gobierno de Escocia creó en 1965 con la misión de sacar al territorio del declive demográfico y económico en el que se encontraba desde hacía siglos. Cubre más de la mitad de Escocia.
Una de las claves de su éxito es que es una organización con total autonomía de acción y despolitizada. La HIE participa en el proceso de elaboración del marco estratégico general, contando con las asociaciones y población civil para escuchar sus ideas y propuestas de futuro. Es, por tanto, un buen ejemplo de colaboración entre administraciones públicas, sociedad civil y ciudadanos.
Su consejo de administración es nombrado por el gobierno escocés, pero sus miembros no son cargos públicos o políticos sino personas escogidas por su cualificación y solvencia profesional. Hay abogados, empresarios, técnicos, profesores universitarios, economistas, periodistas… El personal se recluta mediante convocatorias abiertas y públicas de empleo.
La HIE es un buen ejemplo de colaboración entre administraciones públicas, sociedad civil y ciudadanos
Según la Red Española de Áreas Escasamente Pobladas (SSPA), que realizó un viaje a Escocia para empaparse del modelo de la HIE, la agencia desarrolla su actividad dentro de un “amplio consenso político y social y un alto grado de confianza con respecto a su misión”. Prácticamente todas sus acciones las realizan en colaboración con otras entidades públicas, empresas, universidades, administraciones locales y regionales, socios europeos, etc. Hay una cultura de cooperación total.
Como punto fuerte destaca la presencia y acción de la HIE sobre el territorio. La HIE tiene una sede central en la capital (Inverness) y otras siete oficinas territoriales. Entre otras cuestiones, se dedican a identificar los obstáculos legales y administrativos que dificultan el desarrollo integral de los territorios más vulnerables para llevar a cabo una labor de lobby ante las autoridades (sean escocesas, británicas o europeas) y realizar los cambios oportunos.
Población en aumento
Entre los componentes esenciales que trabaja la HIE se encuentra la dotación de infraestructuras y acceso a una vivienda y unos suministros en condiciones asequibles y de calidad. Igualmente pelean por la disponibilidad de servicios básicos (educativos, sanitarios y sociales) para la población, actividades comerciales de proximidad, cierta oferta cultural y de ocio. A todo ello se suma la conectividad (banda ancha y telefonía móvil), un marco normativo en todos los ámbitos (desde la fiscalidad hasta la ordenación de los recursos naturales) y la presencia y generación de actitudes de emprendimiento para mantener el talento y atraer a nuevos emprendedores.
La densidad de población de las Highlands es de 7,67 habitantes por kilómetro cuadrado. Su capital, Inverness, suma casi 70.000 habitantes, lo que equivale a uno de cada tres habitantes de la comarca. En total, la región cuenta con 235.200 habitantes. Desde el año 2000 la cifra va en aumento. Además, las proyecciones que manejan las autoridades locales es que las Tierras Altas escocesas alcanzarán en 2035 los 255.835 habitantes, un 15% más que en 2010 (SSPA, 2017).